Esta semana el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte hacía pública la creación de un título de Formación Profesional en Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas. Mientras las redes sociales hacían eco de su indignación en un contexto en el que el sector taurino recibe numerosos ataques, desde el Ministerio afirman que, además de ser una actividad legal y reconocida como patrimonio cultural, se trata de “una manifestación artística, desvinculada de ideologías, que forma parte de la cultura tradicional y popular”.
El Partido Animalista PACMA explica que se trata de un curso de formación que “ridiculiza a nuestro sistema educativo y ofende al grueso de los ciudadanos que se declaran contrarios a la tauromaquia”.
El título de FP se impartirá, según el Ministerio, en institutos del conjunto del Estado o en colaboración con escuelas taurinas. Tendrá una duración de 2.000 horas lectivas repartidas en 12 módulos y se impartirán los conocimientos necesarios para ejercer la profesión. Los estudiantes que consigan este título, podrán ejercer como matadores de novillos, banderilleros, picadores, peones agropecuarios o pastores.
Durante las últimas décadas han emergido numerosos cursos de formación: desde nuevos grados universitarios, hasta nuevos cursos de Formación Profesional. Este hecho pone de manifiesto que nos encontramos en un contexto educativo que pretende aumentar la competencia de los sectores mediante la profesionalización del capital humano.
Uno de los ejemplos más claros es el de la Formación Profesional Dual del que os hablamos anteriormente en nuestro blog. En este caso, además de reducir el desempleo juvenil, el plan formativo permite que las personas aprendan los conceptos teóricos al mismo tiempo que los ponen en práctica.
Por otro lado, disponer de personas en edad de trabajar con formación nos permite aumentar la competitividad de nuestra economía. Tanto es así que, como os explicamos en La formación influye en la economía, cada año que pasa una persona en la escuela conlleva un 30% más de renta, seis puntos menos de paro y un aumento de la productividad en un 10%.
Con la finalidad que las empresas cuenten con un capital humano altamente cualificado, existen, entre otros, los certificados de profesionalidad , el contrato para la formación y el aprendizaje, así como cursos de formación continua.
