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    Soluciones para el desempleo juvenil

    Ref.

     

    20 de febrero de 2015

    Soluciones para el 35% de los jóvenes desempleados sin formación
     

    Derek Curtis Bok, abogado, profesor y expresidente de la Universidad de Harvard, sentenció: “si cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”. Y no es para menos, pues los conocimientos teóricos son capaces de abrirnos puertas que ni tan siquiera sospechamos. En este sentido, un 35% de los jóvenes españoles de entre 25 y 34 años no dispone de la formación mínima para trabajar: la máxima formación que tienen es la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y, en algunos casos, ni tan siquiera esta. 

    Según un informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), estas cifras ponen en evidencia el riesgo de desempleo entre este grupo de personas. De hecho, el índice español supera por más del doble al 15% de la Unión Europea. “Los países tienen muchas buenas razones para evitar que la gente joven caiga en la trampa de entrar al mercado laboral y en la etapa adulta sin una buena cualificación”, explica el director del Departamento de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDE, Dirk Van Damme.

    La relación entre la baja formación y el desempleo es evidente. De media, el 14% de las personas que tienen sólo la formación básica no tienen trabajo en la OCDE. En España este porcentaje aumenta hasta el 33%. 

    Nuevas oportunidades para la generación ‘Ni-Ni’
    Existe un alto porcentaje de jóvenes de entre 20 y 24 años, exactamente el 24,5%, que no estudia ni tiene empleo. En este sentido, Van Damme hace una recomendación clara: “si los países quieren mejorar de forma sostenible e inclusiva el crecimiento económico y el progreso social deberían [...] trabajar en la reducción de la tasa de gente joven con niveles educativos bajos”.
     
    Una de las soluciones: Contratos de formación
    Frente al elevado porcentaje de desempleo juvenil y la escasez de formación, la solución pasa por apostar por el crecimiento académico de las personas desde dentro de la empresa. Además de los beneficios económicos de los Contratos de Formación para las compañías, que puede suponer un ahorro de más del 50% comparado con un contrato de Obra y servicio, también tenemos la posibilidad de formar a las personas estrictamente para cubrir con excelencia las necesidades para las que se las contrata. 

    El Contrato para la Formación ofrece la posibilidad de recibir certificaciones de profesionalidad homologadas para los trabajadores y, con lo cual, esos conocimientos pasarán a formar parte de su knowhow. Para el empresario los beneficios se pueden resumir en los siguientes:

    - Reducciones en las cuotas de Seguridad Social del 100% en PYMES y del 75% en empresas de más de 250 trabajadores.

    - La flexibilidad del contrato permite incorporar a las personas en esta modalidad un mínimo de 6 meses y hasta tres años (según lo establezca el convenio colectivo de la empresa) con las prórrogas oportunas.

    - Las bonificaciones continúan una vez ha finalizado el período de formación. Si convertimos este contrato en indefinido después de los 3 años de formación, tenemos derecho a importantes bonificaciones.